El 14 de octubre de 2017, por organización por parte de movimientos de laicos católicos, curia y otras vertientes religiosas, se efectúo en Ecuador la Gran Marcha por el derecho de los padres de familia a educar a sus hijos.
Entre las preocupaciones que reunieron a miles de familias en las calles, la principal fue un marcado rechazo a la llamada “Ideología de Género” o “Enfoque de Género”, la cual busca filtrar ciertos proyectos de Ley que actualmente se tramitan en la Asamblea Nacional. La marcha, que se realizó a nivel nacional en las 25 principales ciudades del país incluyendo Quito, Guayaquil, Cuenca, Manta y Portoviejo, logró convocar, según fuentes oficiales de sus organizadores, más de un millón y medio de personas que se manifestaron con consignas y pancartas a favor de la familia natural y el derecho de los padres para educar a sus hijos en temas de moral.
Una convocatoria que unió a la gente bajo una sola consigna.
En todo el Ecuador la marcha tuvo una acogida sorprendente para el corto tiempo de difusión que la precedió. En Quito, alrededor de 100 000 personas vestidas de blanco participaron de la marcha que recorrió las principales calles de esta colonial ciudad.
Era notoria la diversidad de la marcha. En un par de cuadras se encontraban mestizos, indígenas y negros dando muestras notables de lo que significa la verdadera diversidad, todos diferentes, pero unidos con la consigna “#ConMisHijosNoTeMetas”, que acuñó la manifestación.
La marcha no registró mayores incidentes, más allá que unos pequeños grupos que se manifestaron por el adoctrinamiento de género que se podría desprender de los proyectos de Ley, dando una muestra más de la intolerancia de ciertos sectores minoritarios ante la manera de pensar del gran número de ecuatorianos que ejercían su derecho de manifestarse por lo que consideran correcto para la crianza de sus hijos.
Al final de la marcha, en la tarima principal los organizadores hablaron de un “paquetazo” de leyes en contra la vida y la familia mientras el público hizo suyas frases como “¡No al Aborto!”, “¡A mis hijos los educo yo!” entre otras que sintetizaban la manera de pensar de los manifestantes.
“Ecuador es un convento”
Ecuador es un país con un 80.4% de católicos de acuerdo los últimos censos (INEC). Al mismo Simón Bolívar, quien mostraba abiertamente animadversión a la corona y ciertos principios religiosos, se le atribuye la frase “Venezuela es un cuartel, Colombia una universidad y Ecuador un convento”, dando muestras del impacto que tuvo ante la ferviente fe del pueblo ecuatoriano.
Algo de aquel espíritu religioso se dejó ver el día de ayer en las calles de Ecuador, repletas de familias que se manifestaron contra el potencial abuso del Gobierno sobre temas morales y a favor de que los padres puedan educar a sus hijos según sus convicciones religiosas: sin engaños, sin mentiras y lejos de la dictatorial “ideología de género”.